domingo, 29 de julio de 2012

Guía muy básica del Cielo de Verano

El cielo estrellado de verano ocupa hermosos fragmentos de la memoria de mucha gente. Cada vez menos, ya sabemos, debido a la estúpida y ruinosa contaminación lumínica, pero aún hoy, en la época de verano, mucha gente va a pasar unos días a zonas donde aún se disfruta el paisaje nocturno. En verano, lógicamente, como hace buen tiempo (en el sentido de temperaturas cálidas y cielos despejados; en otros contextos habría que discutir si cielos rasos y calor es buen tiempo) estamos en la calle o en el campo hasta más tarde, y más cómodos, salvo por posibles mosquitos. En los pueblos pequeños, que se llenan de turistas estacionales, la gente pasa el rato a la fresca y mira al cielo. Es entonces cuando la gente que normalmente no ve el cielo (pese a tenerlo encima todos los días) se percata de que hay un bonito paisaje, ahí arriba, y que está lleno de misterios.

 Bien, pues ya tenemos a los urbanitas debajo dela bóveda estrellada de verano, y boquiabiertos preguntándose… "cuántas estrellas…. ¿qué constelaciones serán…?" o algo así. Naturalmente, lo mejor es tener allí a alguien que conozca el cielo y lo pueda explicar. Segunda opción: mirar libros, revistas o internet y estudiarlo antes de salir al campo, y en el campo usar un planisferio o al menos llevar los mapas estelares que salen en las revistas. Y si todo falla, pues bueno, al menos, aquí daré yo unas pinceladas sobre tres "cosas" a destacar del cielo de verano, para recordarlas bajo las estrellas.

 Primero: La Vía Láctea. En sitios bastante oscuros, sin luces artificiales, ni cerca ni lejos, que nos puedan deslumbrar, veremos en verano la Vía Láctea. También llamada La Galaxia. Hay muchas galaxias en el universo, millones de millones, pero una de ellas es en la que está el Sol con sus planetas, en la que estamos nosotros todos, y a ésta le ponemos la mayúscula (La Galaxia) y le damos un nombre tradicional (Vía Láctea), no voy a explicar aquí de dónde viene el nombre. Como el Sol es una de las muchísimas estrellas que componen nuestra Galaxia, quiere decir que estamos dentro de ella. Es la única galaxia que podemos ver desde dentro. Y como los muchos miles de millones de estrellas que forman las galaxias (del tipo de la nuestra, que hay muchas) lo hacen formando un gran disco, pues un gran disco, visto desde dentro, se ve como una enorme banda de estrellas que cruza el cielo. Esa banda de estrellas es lo que vemos: A veces parecen nubecillas, pero son miles de estrellas lejanas a las que vemos débiles y apelotonadas. En esa banda de luz tenue se ven zonas oscuras. Es el polvo interestelar, que se acumula precisamente en el disco de la Galaxia, y que nos tapa la visión de partes de la Galaxia. La Vía Láctea se ve todo el año (la tenemos toda alrededor, recordemos que estamos "dentro"), pero en verano es cuando vemos, en las tempranas horas de la noche, la parte más brillante, porque tenemos enfrente en ese momento el centro de la Galaxia, que está en la constelación de Sagitario. Es decir, hacia el Sur. Desde nuestra latitud de unos 40 grados Norte, vemos en verano esa banda brillante, irregular y con manchurrones oscuros, que va desde el cénit hacia el Sur, y se pierde por debajo del horizonte. Cuántas maravillas hay en la Vía Láctea debajo del horizonte, si pudiéramos viajar a Canarias, África, en unos momentos… Todo eso es nuestra Galaxia. Un lujo poder verla y sentir lo que significa. Como ejemplo de una vista de la Vía Láctea, os pongo aquí una foto de mi compañero de asociación Carlos "Cloud".


La imagen la podéis ver, con otras fantásticas astrofotos, en http://carlosdeepsky.wordpress.com/


Segundo: el Triángulo Estival. Son tres estrellas de "primera magnitud" que se ven en lo alto del cielo en verano, formando, inevitablemente, un triángulo que llama la atención. El concepto de magnitud puede ser muy técnico, así que aquí lo dejaremos en que son tres estrellas de las más brillantes del cielo. El triángulo es isósceles, es decir dos lados largos y uno corto, formando una flecha apuntando más o menos al Sur. Las estrellas que lo forman son: Altair, la principal estrella de la constelación del Águila. Es precisamente la que está más al Sur de las tres. Deneb, la principal estrella de la constelación del Cisne. Esta es una constelación muy interesante y que merecería una explicación particular. Y Vega, la primera estrella de la constelación de Lira. Es decir, el Triángulo Estival lo forman tres estrellas, pero no es una constelación. Cada una pertenece a una constelación diferente. El Triángulo es un "asterismo" o grupo de estrellas notables que no forman constelación. Es cualquier caso, el Triángulo es uno de los iconos del verano, que lo anuncia cuando empieza a asomar por el este en las noches de abril. Vega, la más brillante de las tres, luce justo sobre nuestras cabezas, blanca ( a veces parece algo azulada). El Triángulo se sigue viendo en otoño, porque anochece cada vez más pronto, y lo vemos declinar, acercándose al horizonte, poco a poco, camino del otro solsticio. Por cierto, la Vía Láctea cruza por detrás del Triángulo… un espectáculo brutal (y gratis, todavía). En esta foto se ve Deneb (centro, arriba) y buena parte de la constelación del Cisne, con la miríada de estrellas y nebulosas de la Vía Láctea. No tiene aumento, pero sí muy larga exposición, por lo que con los ojos nunca podremos verlo así. Para eso está la tecnología.


 Y tercero: Las Perseidas. Son las famosas estrellas fugaces de Agosto. Las estrellas fugaces son partículas de polvo y hielo que van dejando los cometas a su paso. A veces, la Tierra en su órbita cruza esos rastros, y las partículas "caen" a la atmósfera a gran velocidad. Esto hace que el gas de la alta atmósfera se caliente enormemente, se ionice y entonces brille. Es decir lo que vemos no es la partícula quemándose. En general son demasiado pequeñas, un milímetro aproximadamente. Lo que vemos es el gas de la atmósfera calentado a su paso, a unos 60-100km de altura. Las Perseidas no son la principal lluvia de estrellas del año, pero sí una de las más importantes y además ocurre en verano, que, como dije arriba, hace que la gente esté dispuesta a observarlo. La intensidad de la "lluvia" varía de año en año, y además la fase de la luna influye mucho en que se vea. Si hay luna llena sólo se verán las más brillantes, muy pocas. Este año 2012 la cosa pinta bien, y la noche del 11 al 12 de Agosto puede ser muy interesante. Se ven muchas más a partir de la 1 ó 2am, que es cuando el radiante Perseo sale por el este y va subiendo. El radiante es la constelación de la que "parecen" venir las estrellas fugaces, pero es sólo un efecto de perspectiva. Por cierto, que cualquier noche pueden verse bastantes estrellas fugaces… aunque a algunos nos parece que cuando cae la más gorda de la noche, siempre estamos mirando para el lado contrario y sólo oímos los gritos de los compañeros.

Así que, este verano, a buscar un sitio oscuro y a disfrutar del paisaje cósmico que nos da el cielo estrellado, sobre todo la Vía Láctea, Deneb, Vega, Altair y las estrellas fugaces. Es el espectáculo más antiguo del mundo, y no pasa de moda.

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