La Luna tarda aproximadamente cuatro semanas en dar la vuelta el cielo, es decir, es lo que tarda en dar una órbita alrededor de la Tierra. Ya que se desplaza en el cielo por la autopista de la Eclíptica, se va cruzando a lo largo de ese paseo (casi) mensual con los otros habitantes de esta famosa franja del cielo: los planetas y el Sol. A simple vista no se le ve a la Luna moverse respecto de las estrellas, pero eso es sólo una limitación de nuestros sentidos. Los instrumentos más modestos, incluso de aficionado, nos permiten medir claramente que la luna se retrasa cada día más o menos una hora (muy aproximadamente). Así que una vez al mes la luna pasa al lado del Sol y tenemos luna nueva: si lo hiciera por el mismo carril de la Eclíptica lo taparía unos minutos, y tendríamos un eclipse de Sol. Qué suerte (ya contaré otro día mis desventuras con los eclipses totales de Sol).
Pues de la misma manera, la luna pasa todos los meses al lado de Júpiter. El rey de los planetas es el segundo más brillante, después de Venus, pero al contrario que éste puede vérsele en cualquier momento de la noche (Venus es un planeta interior y siempre anda por las cercanías del Sol, visto desde la Tierra). Así que se puede dar el caso de que Júpiter esté en todo lo alto del cielo nocturno, brillando más que cualquier estrella, y muy cerca a su lado la luna en una fase rellenita. Entonces, la gente que normalmente no se procupa mucho de lo que hay ahí arriba gira la cabeza al ver esas dos luces enormes tan juntas, y nos preguntan a los que tenemos cierta fama de saber de "estas cosas", "¿qué era eso que anoche brillaba tanto al lado de la luna?". Bueno, la luna y el Sol son los dos únicos objetos celestes que la gente común sabe identificar sin problemas- cosa que hace dos generaciones no pasaba, la gente común miraba al cielo y lo conocía mucho mejor. Pero la contaminación lumínica tiene estos daños colaterales. Habrá quien diga que sin mayor importancia. Yo creo que sí es importante. Bueno, tema para otro día. El caso es que hoy Júpiter está cerca de la luna y sí, llaman la atención, y juntos dan un espectáculo como para aplaudirles, y gratis. Ni la contaminación lumínica puede con ellos.
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